Sistemas de medida en maquetación

Seamos diseñadores o no, estamos muy familiarizados con el sistema métrico. En maquetación existen otras técnicas para realizar medidas, las cuales reciben el nombre de tipometría.

A continuación os mostraré cuáles son estos sistemas de medida tipográficos, sus equivalencias y cuál es su relación con la maquetación y el diseño editorial. Prometo hacerlo lo más digerible posible, evitando cuentas y medidas complejas, para que podáis ver la luz a esto que os cuento.

Dos tipómetros de marcas diferentes

Sistema métrico decimal

Como sucede con un sinfín de conceptos, aunque este sistema resulta ser el mayoritario, existe un país destacado que no lo acepta como oficial: Estados Unidos. Junto a él, Birmania, Liberia y algunos países más tampoco siguen la norma internacional. Actualmente el sistema métrico decimal ha sido sustituido por el Sistema Internacional de Unidades, y comprende las unidades de kilogramo (kg), metro (m), segundo (s), kelvin (K), amperio (A), candela (cd) y mol.

El sistema métrico decimal nace entre los años 1790 y 1798, aunque se acepta legalmente en Francia en 1801. Surge como una imperiosa necesidad de aplicar un sistema de medidas que facilitara los intercambios, pero también para poder medir superficies y longitudes en la construcción. A lo largo de la historia se han llegado a utilizar distintos sistemas de medidas que preceden al sistema métrico, como pies, codos o dedos.

Caja de tipos de plomo

Sistema Fournier

Siglos después de la invención de la imprenta en Europa, y tras varios intentos por parte de otros predecesores de Pierre-Simon Fournier el Joven (1712-1768), fue este el que logró dar los primeros pasos hacia la normalización. Hasta entonces, prácticamente en cada pueblo o ciudad había un sistema de medidas propio (siendo las «del rey» las unidades legales, aunque estas se utilizaran escasamente).

Portada del manual tipográfico concebido por Fournier

Fournier decidió entonces tomar como base la pulgada (pouce) local para establecer su sistema. Se basó en la nomparela, que en la época era el tamaño de letra más pequeño que se utilizaba, y lo dividió en seis partes a las que llamó punto. Al doble de la nomparela (12 puntos) la llamó cícero por su similitud en tamaño con el tipo de letra de la obra Cicerón impresa por Schöffer.

Además, fijó la altura de los tipos en 63 puntos para facilitar el comercio e intercambio entre impresores. Tomo esto lo plasmó entre los años 1737 y 1766 en su obra Manuel typographique, utile aux gens de lettres, et à ceux qui exercent les differentes parties de l’Art de l’imprimiere. En ella plasmó una escala (que tuvo que corregir más tarde debido a problemas con el soporte de papel) que todos los impresores de la época comenzaron a utilizar. Aunque existe discrepancia entre los expertos respecto a las equivalencias del punto de Fournier, por lo general se suele redondear de la siguiente manera:

  • 1 punto Fournier= 0,35 mm

A pesar de su enorme utilidad y logros en materia de normalización, el sistema Fournier quedó finalmente en el olvido; y a partir de la firma en 1957 del tratado que originó el Mercado Común Europeo, las grandes ciudades europeas acogieron el sistema Didot para la fabricación de material tipográfico y el sistema DIN (actualmente ISO 216) para la fabricación de papel.

Sistema Didot

También conocido como sistema francés, parisino o europeo, aparece a finales del siglo XVIII, cuando François-Ambroise Didot toma como referencia el sistema Fournier para sentar las bases de su propio sistema de medidas. Sin embargo, Didot hizo ciertos cambios y prefirió basarse en la medida del pie de rey (pied du roi), que era la unidad de longitud legal. La pulgada francesa, que suponía una duodécima parte del pie de rey, era en torno a un 10% más larga que la pulgada local de Fournier. Por otro lado, la unidad principal en que se basaba el sistema Didot era el cícero (recordemos, de 12 puntos).

Didot quiso simplificar y se deshizo de los nombres que se le daba a los distintos cuerpos (nomparela, gallarda, romanita…), limitándose así a tamaños de letra expresados en puntos. Este sistema tuvo una enorme acogida y a día de hoy lo utilizan fundiciones de todo el mundo, excepto las de Inglaterra y Estados Unidos, que se basan en la pulgada inglesa.

Sistema pica

Aunque a muchos os sorprenda, este sistema (también denominado sistema anglosajón) se lo debemos a Benjamin Franklin, ya que su primer oficio fue el de impresor. Comenzó a formarse en Boston, aunque viajó a Inglaterra para perfeccionar sus conocimientos en la materia. A su regreso, fundó una imprenta en Filadelfia que se basaba en el sistema Fournier, el cual tomó erróneamente y a día de hoy existe una diferencia de 0,033 mm entre la pica de Franklin y el cícero de Fournier.

Equivalencias de los distintos sistemas de medida tipográficos

El sistema pica sufrió numerosos altibajos y se tardó más de siglo y medio en consolidar, hasta que en 1886 todas las compañías que formaban la United States Typefounder’s Association (USTA) decidieron adoptar el sistema propuesto por la fundición tipográfica Marder, que proponía dividir la pica en doce partes llamadas puntos y también que cada cuerpo tendría un número fijo de puntos para poder establecer una relación y regularidad entre los distintos tamaños.

Sin embargo, el valor finalmente otorgado de la pica fue obra de la fundición McKellar, cuyo director era además el presidente de la USTA, e impuso su deseo sobre el resto de los miembros de la asamblea debido a la presión y el poder que este ejerció.

Así, el sistema pica (o British American point system) se propagó por todo Estados Unidos. Y entre los años 1989 y 1905, los ingleses lo adoptaron e introdujeron en todas sus colonias. La equivalencia del sistema pica sería la siguiente:

  • 1 punto pica = 0,35 mm
  • 1 pica = 4,23 mm

Pica postcript

No hay que confundir la pica del sistema anglosajón con la pica que utilizan la mayoría de programas informáticos de maquetación, como QuarkXpress o InDesign: la pica Postcript. El lenguaje Postcript fue diseñado para hacer posible en intercambio de datos entre los ordenador y las impresoras sin necesidad de un aparato intermediario que tradujera la información.

El objetivo del lenguaje Postcript es hacer posible la comunicación entre ordenadores e impresoras

Fue en el año 1984 cuando los ingenieros de la multinacional Adobe y creadores del lenguaje Postcript, lanzaron al mercado el programa Page Maker, que supuso un vuelco en el mundo del diseño, especialmente del diseño editorial. A partir de entonces surgieron distintas impresoras y ordenadores capaces de comunicarse entre sí con aquel nuevo sistema basado en el lenguaje Postcript. El secreto estuvo en el regreso a la pica de Chicago, que equivalía a 1/72 de pulgada.

Para cuando los tipógrafos e impresores se quisieron dar cuenta de esto, aquellas nuevas máquinas que funcionaban con un sistema diferente al utilizado en aquel momento ya habían llegado a todos los rincones del planeta.

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